Las personas que se muerden las uñas de forma constante llegan a lesionar el lecho de la una
“quienes presentan el hábito más agresivo pueden provocar la pérdida de toda la uña”,
Esta costumbre suele producir heridas en los dedos, que en ocasiones se infectan. por bacterias, y aparecerá pus , si es por virus, se formará una verruga también se puede contagiar con herpes, o incluso con hongos, Cándida Y se debe estar alerta de que todos estos gérmenes pueden pasar a los labios y boca y estomago
2. NINOS Infecciones intestinales
La onicofagia favorece el contagio de parásitos intestinales, sobre todo en los niños, población en la que es muy frecuente. Según la Asociación Española de Pediatría, existen hasta once tipos de parásitos. Uno de los más conocidos es el oxiuro, popularmente conocido como lombriz, un parásito blanco y muy delgado que vive en nuestro cuerpo: “Sus huevos, que no son visibles al ojo humano, pueden estar bajo las uñas; y, al morderlas, pasan al aparato digestivo y lo colonizan. El principal síntoma es el picor que producen en la zona anal. Si el niño se rasca, vuelve a infectarse y lo contagia a otras personas”,
. Hay que tener en cuenta que, el hábito de morderse las uñas es mayor entre la población infantil: “Afecta al 45% de los niños y al 10% de los adultos, suele comenzar a los 4–6 años y aumenta hasta los 11 años, momento en que inicia el descenso”,
Los niños al estar en maduración psicológica, tienen importante ansiedad y problemas de sueno frecuentes
PROBLEMAS DE SUENO:
No se sabe donde se empieza, se muerde uno las unas porque no duerme y descansa mal, esta nervioso, o es reflejo de una ansiedad que lo provoca y ocasiona lo anterior
Digamos que la onicofagia es reflejo de una liberación de un stress incontrolado
2. Desgaste de dientes:
Otra consecuencia de morderse las uñas es el desgaste de los dientes, en concreto, de los incisivos superiores e inferiores: “Provoca microtraumatismos que desprenden partículas de esmalte, lo cual hace que las piezas se vayan recortando. En casos severos, puede haber microfracturas del borde delos dientes
también mencionar otros problemas: el apiñamiento de las piezas dentales, originado por la presión que se ejerce sobre los dientes al morderse las uñas de forma continua ; y el desprendimiento de los empastes en dientes anteriores
3. Alteración en la mandíbula:
Un estudio realizado en la India con 240 adolescentes encontró asociación entre el hábito de morderse las uñas y trastornos en la mandíbula que suelen producir dolor y problemas al masticar.
que la posición forzada de la mandíbula al morderse las uñas puede provocar alteraciones en la articulación temporomandibular, ocasionando ruidos al morder y dolor”. Es algo que yo veo con frecuencia en mi propia consulta
4. Lesión en encías:
Al mordisquear la uña pueden clavarse pequeños trozos de las mismas entre la encía y el diente, que , dan lugar a gingivitis (inflamación de las encías) y enfermedad periodontal (sangrado de la encía y mal aliento).
Como conclusión quien se muerde las unas uno debe hacerse revisar la mandibula, boca, encías por un cirujano oral y maxilofacial, que es medico y dentista al misno tiempo que valore los efectos deletéreos que este causando y antes se han mencionado
En nuestro caso también valoramos dolor crónico de cabeza, en cualquier sitio de la cabeza, el sueno y la capacidad de manejo de su ansiedad
Para lo primario, dejar de comerse las unas, abandonar el habito nocivo, y en momentos de estrés o ansiedad que inciten a morderse las uñas, se utilicen subtitutos, como masticar chicle sin azúcar o mantener las manos ocupadas con cualquier objeto
Otra de las sugerencias es poner atención en el cuidado de las manos y de las uñas (manicura) y llevar siempre una lima de cristal, de venta en farmacias, para eliminar pequeñas roturas en las mismas y no caer en la tentación de morderlas. Además, existen productos que se aplican sobre las uñas varias veces al día y cuyo sabor amargo puede ayudar a eliminar el hábito.
Con respecto a los niños, insistir en un punto: “No regañar a los niños, porque, al ser un problema de origen psicológico, puede haber un efecto rebote, es decir, al provocarles angustia, se las muerden más. Lo ideal es utilizar refuerzos positivos: premiar al niño cuando no se las muerda”.